Este apasionante caso se difundió instantáneamente por todo el mundo a través de las redes sociales.
Esta es la prueba de que nuestros compañeros de cuatro patas son mucho más misericordiosos que nosotros.
La heroína de hoy es un gato llamado Milán. Este último vivía con el maestro. Un día su paseo terminó con su hijo.
Milana era una madre muy atenta y cariñosa, pero no hace mucho la anfitriona notó que la pelusa abandona a sus bebés y desaparece por un tiempo.
Hasta entonces, ella amamanta a los caninos, luego se va así todos los días.
Un día, la mujer decidió perseguir al gato para descubrir adónde iba cada vez. Pero cuando supo la verdad, no pudo recobrar el sentido durante mucho tiempo.
Se descubre que la gata fue al bosque vecino para amamantar a las ardillas con su leche.
Cuando su madre desapareció, no sabemos cómo se enteró Milán de ellos. Pero el instinto maternal no le permitió dejar a las ardillas muriendo de hambre.
La mujer tuvo que llevar a las ardillas a casa para que el gato no abandonara sus colmillos cada vez.
Los bebés se encuentran actualmente bien.