Drew Goodall siempre quiso ser actor. A los 20 años, mientras estudiaba artes teatrales, logró conseguir un pequeño papel en una película. Sin embargo, el papel terminó y se acabó el dinero.
No informó a sus padres y no regresó a casa. El propietario pronto lo desalojó por falta de pago y Drew vivió en la calle durante seis meses.
Todos los días pedía comida en las calles y luchaba por sobrevivir. Fue golpeado varias veces por borrachos y otras personas sin hogar.
Dormía en cajas de cartón y sufría de inutilidad y depresión. Pero no se rindió y empezó a lustrar zapatos para ganar dinero.
De este modo, tuvo que evitar ser detenido por la policía por vagancia. Después de seis meses de trabajar en la calle, uno de sus clientes habituales le dijo que podía hacer el mismo trabajo en su propia oficina.
Drew decidió seguir este consejo, lo que le permitiría ganar más dinero. Entonces abrió su propio negocio, Sunshine Shoe Cleaning.
Hoy en día, entre los clientes de Drew se incluyen grandes empresas londinenses que sienten que necesitan que les limpien los zapatos.
Drew gana más de 250.000 dólares al año, la mayor parte de los cuales dona a organizaciones benéficas. Otra cosa sobre Drew es que es un hombre de negocios.
Por lo tanto, Sunshine Shoeshine emplea principalmente a personas sin hogar y con necesidades especiales. Hay 40 de ellos en total.
Uno de ellos, Alan Walton (45), llevaba 15 años desempleado y padecía problemas de salud. Drew le dio esperanza y confianza.
