Nació sin piernas y sin boca y tenía pocas posibilidades de ser adoptada: una familia escuchó su llamado

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A pesar de tener dos hijos hermosos y una relación armoniosa, Nick Hayes y su esposa querían adoptar un tercer niño.

Así que la familia decidió inscribirse en un programa de adopción para niños filipinos.

Una niña llamada Melanie tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir desde su nacimiento y fue rápidamente colocada en un refugio, donde pasó los primeros diez años de su vida.

Vieron fotos de esta niña con necesidades especiales. A pesar de su condición, la pareja sintió un profundo amor por ella.

La pequeña Melanie nació sin brazos, sin piernas, sin boca y con muchas otras complicaciones médicas.

Antes de la adopción, los Hayes fueron informados sobre los desafíos a los que se enfrentarían, pero estaban decididos y continuaron con la adopción.

Durante los meses de espera, también prepararon a sus propios hijos para la llegada de Melanie.

El mundo de Melanie cambió cuando se enteró de que finalmente tendría un hogar cálido y amoroso.

“Salimos del auto y nos llevaron a una pequeña habitación. Melanie bajó las escaleras con una gran sonrisa.

Tenía lágrimas en los ojos, abrumada por la emoción, aunque estaba llena de felicidad,” recordó la Sra. Hayes, rememorando el primer encuentro con Melanie.

Los padres adoptivos le dieron una oportunidad, y desde ese momento, sus vidas se llenaron de felicidad.

Rápidamente formaron un vínculo fuerte y amoroso, y Melanie comenzó a llamarlos mamá y papá sin dudarlo.

Ahora, la familia lleva una vida normal, llena de amor, y asiste regularmente a su iglesia.

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