Una niña compró un animal en el mercado. Eligió un gatito peludo, adorable y encantador. María compró al pequeño gatito y lo llamó Barsik.
El animal creció como cualquier otro gato ordinario. Jugaba, comía bien y mostraba buena salud. Es cierto que Barsik dormía mucho, pero este rasgo es común en muchos miembros de la familia felina.
Sin embargo, María notó que su gato estaba creciendo rápidamente: significativamente más rápido que otros gatos.
A la edad de un año, su cuerpo había alcanzado una longitud impresionante de aproximadamente 1,5 metros desde la cabeza hasta la cola. Y pesaba hasta 15 kilogramos. Claramente, eso es mucho más de lo esperado.
María llevó a su gran amigo blanco de cuatro patas a la clínica veterinaria local. Sugerieron que los padres de Barsik podrían ser un Maine Coon y un gato salvaje, aunque el origen exacto sigue siendo incierto.
A pesar de la gran cantidad de comida que requiere un gato de su tamaño, a María no le importa. Su principal preocupación ahora son los ruidos aterradores que Barsik hace por la noche, que suenan como el rugido de un lobo. ¿Alguna vez has visto un gato tan enorme?