😊Cuando era niño, se quedó atrapado en un árbol, y una gorila hembra vino a ayudarlo😯 La gorila lo ayudó a bajar, llevándolo en su espalda, secó sus lágrimas y se quedó con él todo el día😍 Ahora, este hombre ayuda a animales salvajes y ya ha salvado a cientos de gorilas‼️‼️⚠️Más fotos y la historia completa en el primer comentario🔽🔽🔽
Cuando era niño, se quedó atrapado en un árbol, y una gorila hembra vino a ayudarlo. La gorila lo ayudó a bajar, llevándolo en su espalda, secó sus lágrimas y se quedó con él todo el día.
Hoy, este hombre ayuda a animales salvajes y ya ha salvado a cientos de gorilas.
Damian Aspinall, este nombre resuena como un símbolo de aventura y amor por los animales. Podrías pensar que es solo un magnate de los casinos, pero es mucho más que eso.
Desde joven, Damian estuvo rodeado de criaturas exóticas gracias a su padre, John Aspinall, un legendario director de zoológico. ¡Imagínate crecer en un entorno donde los gorilas no son solo animales de zoológico, sino casi como miembros de la familia!
Recuerdo una historia conmovedora que una vez contó: un día, se quedó atrapado en un árbol, y una gorila hembra vino a su rescate. Ella lo llevó en su espalda, secó sus lágrimas y le ofreció un día entero de consuelo. Una verdadera lección de compasión hacia los animales.
Cuando John Aspinall falleció en el año 2000, Damian heredó zoológicos en dificultades, perdiendo 4 millones de libras esterlinas al año.
En lugar de desanimarse, se aventuró en la industria de los casinos, acumulando millones que luego invirtió en la creación de santuarios para la fauna. ¿Su objetivo? Realizar el sueño de su padre de devolver a los gorilas a su hábitat natural.
En 2012, Damian se embarcó en una aventura que cautivaría al mundo entero. Regresó a África para encontrar a Kwibi, un gorila que había liberado cinco años antes.
¿Te preguntas cómo es reunirse con un viejo amigo peludo después de una separación tan larga? Bueno, fue un momento mágico, casi surrealista.
Imagina la escena: Damian, después de cinco años de separación, se encuentra con Kwibi. Los dos se encuentran cara a cara en la jungla, y luego ocurre lo inesperado.
¡Kwibi reconoce a Damian de inmediato! Los abrazos, los gritos de alegría, la reunión entre el hombre y el gorila son tan conmovedores que parece estar viendo una película llena de pura emoción.
El vínculo que comparten es palpable, una prueba viviente de la conexión indisoluble entre humanos y animales.