La historia que te vamos a contar hoy tuvo lugar en Colorado.
La mujer adoptó un niño y, un año después, una niña. Ni siquiera podía imaginar que serían hermano y hermana.
Después de su divorcio, la señorita Page quedó deprimida. Ella decidió cambiar completamente su vida.
Se mudó y encontró trabajo en un centro que atendía a niños abandonados.
Al principio el trabajo le pareció muy aburrido, pero se acostumbró al proceso. Pronto, la mujer se dio cuenta de que quería adoptar un niño de este centro.
¡El bebé que eligió era un niño de 4 días! Su madre lo abandonó después de su nacimiento.
Los servicios sociales buscaban a sus verdaderos padres, pero la búsqueda no tuvo éxito y a la mujer se le concedió la custodia del niño. Ella lo llamó Grayson. Se convirtió en su hijo oficial.
Pero ese no es el final de la historia. Un año después, la señorita Page se enteró de otro niño que también fue abandonado y estaba en el mismo hospital que Grayson.
La mujer sintió la necesidad de llevarse también a este niño.
La señorita Page finalmente conoció al bebé. Y lo más inesperado fue que en la manita de la niña se colocó una pulsera con el mismo apellido que Grayson.
Ella no prestó atención a este hecho y adoptó a la niña también. La mujer la llamó Hanna.
Los pensamientos sobre “el mismo apellido materno” no dejaron en paz a la mujer, ¡y un análisis de ADN confirmó que eran hermano y hermana!
La madre de los niños dio a luz a un tercer bebé y también lo abandonó.
La señorita Page también solicitó la adopción del tercer hijo. “Ahora mi familia estará completa”, dijo.
