La australiana Mollie Hales vive en Canberra.
La joven compartió en Internet un hecho que le sucedió y que la entristeció por el mal comportamiento de las personas.
Un día, descubrió unas palabras grabadas en su coche por un desconocido.
La joven siempre iba a casa de su prometido y dejaba su coche en el aparcamiento cercano.
Esta vez, como siempre, aparcó su coche cerca del edificio de su prometido.
Cuando Mollie regresó a recoger su auto, vio las palabras «no estacionar» escritas en la carrocería del vehículo.
Mollie se sorprendió porque sabía que no había hecho nada malo.
Sabía que todos en el edificio siempre dejaban sus autos allí durante varias horas o incluso días.
Y no era la primera vez que aparcaba en el mismo lugar.
No podía explicar el motivo de tal acto y no sabía quién pudo haberlo cometido.
“Todo el mundo aparca allí para visitar a los residentes. Aunque mi coche ha estado allí durante mucho tiempo, ese comportamiento no es justificable”, explicó Mollie.
Cuando descubrió esta inscripción en la carrocería de su coche, empezó a interrogar a las personas que la rodeaban.
Pero nadie pudo responderle. Mollie denunció lo sucedido con su coche a la policía.
“Estoy compartiendo esta noticia en internet para que la gente cuide sus autos, porque a ellos también les puede pasar esto”, escribió la joven.