Una de cada cinco parejas tendrá dificultades para concebir en algún momento de su vida. Para muchos, este es un momento extremadamente difícil y estresante, pero como otros testificarán, la paciencia y la determinación pueden dar sus frutos.
Desiree y Ryan Fortin esperaron pacientemente durante muchos años antes de recurrir finalmente a la fertilización in vitro. Rezaron a Dios para que les ayudara a concebir. Poco después de la fertilización in vitro, finalmente supieron que Desiree estaba embarazada.
Pero la pareja nunca pudo prepararse para lo que había en sus barrigas… “No fue solo que no pude quedar embarazada”, escribió sobre esos años difíciles. “[La infertilidad] me hizo llorar más de lo que jamás creí posible… Me quedé tirada en el suelo del baño en completo vacío después de innumerables pruebas de embarazo negativas una y otra vez.
Tuve que soportar inyecciones, moretones y todo tipo de medicamentos porque cuando eres infértil y buscas un tratamiento de fertilidad, ese es el desafío que enfrentas. [Es] costoso y agotador física, emocional y mentalmente.
Por eso se puede entender por qué Desiree y Ryan se emocionaron cuando finalmente supieron que su primer tratamiento de fertilización in vitro había sido exitoso.
Y cuando vieron la ecografía, ¡no podían creer que no uno, sino tres bebés estaban creciendo! Resultó que la pareja estaba esperando trillizos: ¡habla de éxito! Pero la lucha no terminó para Désirée y su familia.