A veces en nuestra vida encontramos personas especiales que permanecen en nuestro corazón para siempre por su autenticidad y bondad. A menudo logran marcar una diferencia en la vida de sus amigos y seres queridos y son tan humildes que nunca piden nada a cambio.
Como Emily Wheeler, de 18 años, que tiene síndrome de Down. Iba sola al baile de graduación cuando Andrew Duffy, un exsoldado de 32 años, viajó más de 640 millas para acompañarla en la ocasión especial. Estos dos tienen una amistad maravillosa.
Después de un viaje en avión de 640 millas y dos horas de viaje, Andrew apareció en la casa de Emily con un ramo de rosas y le pidió que lo acompañara al baile de graduación.
Poco después, fueron al baile de graduación y Emily fue elegida reina del baile. Andrew, que ahora se ofrece como voluntario para ayudar a otras personas que enfrentan los mismos problemas que él, dijo: “Emily ha tenido un gran impacto en mi recuperación, creo que tiene un alma muy pura.