Querer tener hijos pero lidiar con la infertilidad puede ser increíblemente difícil. Carolyn y Sean Savage, que ya son padres de tres hijos, han experimentado problemas de fertilidad en los últimos años.
A pesar de los intentos y abortos espontáneos, recurrieron con esperanza a la fertilización in vitro (FIV). Su viaje de FIV dio un giro inesperado cuando descubrieron que sus embriones habían sido mezclados por error.
Carolyn, que sin saberlo llevaba el embrión de otra mujer, se enfrentó a una decisión desgarradora. A pesar de que le dijeron que era su última oportunidad de quedar embarazada, decidió entregarle el bebé a sus padres biológicos.
Los Savage se pusieron en contacto con los padres biológicos, Shannon y Paul Morrell, y Carolyn dio a luz a un bebé, Logan, mediante cesárea.
Aunque Logan no era biológicamente suyo, Carolyn lo describió como «su hijo» y expresó la dificultad de confiarlo a sus padres biológicos. En 2011, la pareja anunció la feliz noticia de que esperaban mellizos, Isabella y Reagen, a través de una madre sustituta.
Estos «gemelos milagrosos» trajeron felicidad después de los desafíos que enfrentaron con la situación de Logan. En un sorprendente giro de los acontecimientos en 2014, Carolyn, que padecía infertilidad, descubrió que estaba embarazada a la edad de 45 años.
Nace el bebé Nicholas Winton Savage, lo que amplía la familia a ocho miembros. La historia de los Savages es un testimonio de la resiliencia, el amor y las alegrías inesperadas que pueden surgir después de enfrentar desafíos profundos.