Hace quince años, los medios reportaron esta historia.
Un niño de ocho años llamado Vlad se encargaba de las labores del hogar y cuidaba a su madre parcialmente paralizada.
La gente quedó asombrada en todo el mundo; algunos estaban impresionados, mientras que otros estaban impactados: ¿cómo era posible?
Fue un destino difícil para esta familia. El padre del niño era un bebedor empedernido. Su madre lo había dejado porque no podía lidiar con la situación.
Como no podían encontrar otro lugar para vivir, se establecieron con su hijo en una casa pequeña de un pueblo.
No había suficiente dinero para mantener a dos personas. Los problemas golpearon a su familia cuando Vlad tenía ocho años.
Después de sufrir un derrame cerebral, su madre quedó paralizada. En ese momento, ella estaba sin su padre. Como resultado, el joven escolar quedó devastado.
Su única opción fue un orfanato. Vlad no era del tipo de personas que aceptan su destino en la vida. Estaba decidido a salvar a su madre.
Como un verdadero niño, hizo todo lo posible para ayudar a su madre a recuperarse.
Vlad tuvo la suerte de tener un vecino que lo ayudó. Utilizó servicios sociales para resolver cada problema.
El joven aún tenía que encargarse de sus propios asuntos. Cuando el público supo más sobre Vlad y su madre, él tenía 16 años.
Nadie quedó indiferente ante la historia. Incluso las autoridades lograron ayudar al niño.
Vale la pena considerar que él cocinaba, limpiaba y cuidaba a su madre. Podría haber sido difícil a veces…
«La salud de mi madre empeoró, y perdió la capacidad de hablar»: todas las noches, se sentaba junto a su madre y le enseñaba a hablar y pronunciar palabras nuevamente mientras leía un libro.
Persistió e hizo todo lo que estuvo a su alcance para apoyar a su madre. Gracias a sus esfuerzos, su madre volvió a hablar.
A nivel personal, Vlad está bien. Él y Nastya se casaron después de enamorarse y estar juntos desde la escuela secundaria.
Nastya lo ayudó a cuidar a su madre enferma, así que no estaba luchando solo. A los 24 años, el hombre trabaja como soldador en su ciudad natal.
La familia pasó de una casa de madera en mal estado a un apartamento proporcionado por las autoridades locales.
Vlad nunca deja de trabajar por un futuro mejor para su familia. Es un hombre amable, valiente y diligente, seguro de que las cosas mejorarán para su madre.