Levi Navarra de California es un niño normal y corriente de 6 años. Pero a este niño le encanta hacer obras de caridad y, al mismo tiempo, encontrar nuevas formas de ayudar a los demás.
Y en esto cuenta con el apoyo activo de sus padres: una vez le preguntaron a Levi cómo podía ayudar a los demás.
El niño, junto con sus padres, empezó a encontrar diferentes caminos.
La primera idea fue comprarles a mis amigos un viaje a Disneylandia. Pero después de reflexionar, la familia decidió hacer lo contrario.
Levy y sus padres crearon e instalaron una caja llamada «Caja de la Felicidad» en la calle. Cualquiera puede escribir su deseo y tirarlo en la caja.
Posteriormente, la familia Navarro toma todas estas notas y las lee en casa. Luego, intentan hacer realidad tal o cual deseo. Los vecinos apreciaron la “Caja de la Felicidad”.
Lo reponen activamente con sus billetes, pero los residentes de la ciudad no menos activamente donan dinero a un fondo especial fundado por la familia.
Así, el sincero deseo del niño de ayudar a los demás en la realización de sus deseos se convirtió en una especie de instrumento de ayuda mutua y de intercambio cálido entre los habitantes de la ciudad.